deducción

Un proceso de razonamiento lógico que consiste en partir de premisas generales (leyes, principios o teorías) para llegar a una conclusión o predicción específica y particular.

En esencia, el razonamiento deductivo es un movimiento del pensamiento que va de lo general a lo particular o -se podría decir- de arriba abajo.

Rasgos distintivos

Carácter lógico y necesario

• Razonamiento lógico: La deducción se basa en la lógica formal. Si las premisas iniciales son verdaderas, la conclusión a la que se llega a través de la deducción es necesariamente verdadera. Es decir, la conclusión está contenida implícitamente en las premisas.
• Solidez: La validez de la deducción depende enteramente de la verdad de las premisas. Si una premisa es incorrecta, la conclusión, aunque lógicamente deducida, puede ser falsa.

De lo general a lo específico

El proceso sigue una estructura típica (ejemplo de un silogismo simple):

• premisa mayor (ley, principio o premisa general): «Todos los metales se dilatan con el calor».
• premisa menor (premisa particular o caso especifico): «El hierro es un metal».
• conclusión especifica (o predicción): «Por lo tanto, el hierro se dilatará con el calor».

El método hipotético-deductivo es el más utilizado en la ciencia experimental y ha pasado a ser el referente del método científico.

El procedimiento sería el siguiente:

1. Formulación de hipótesis o supuestos: El proceso a menudo comienza con una teoría o una hipótesis general o un supuesto teórico (como suele ser en la investigación cualitativa) que intenta explicar un fenómeno.
2. Deducción de predicciones: Se utiliza la deducción para extraer predicciones u observaciones esperadas que deben ocurrir si la hipótesis general o el supuesto es correcto.
3. Prueba (contrastación): Estas predicciones específicas se contrastan posteriormente con la realidad mediante la experimentación u observación. Si las observaciones coinciden con las predicciones deducidas, la hipótesis recibe apoyo (aunque no se prueba definitivamente); si no coinciden, la hipótesis se refuta.

Este tipo de inferencia se suele asociar a la investigación cuantitativa. Sin embargo, esto no quiere decir que no lo encontremos también en el terreno de la investigación cualitativa:

En proyectos de pequeña escala o en aquellos en que se aborda un objeto de estudio muy trabajado teórica y conceptualmente o en aquellos en que las hipótesis están perfectamente delimitadas a priori, esta dinámica de investigación puede ahorrar tiempo y esfuerzo, aunque a cambio de limitar el alcance potencial de la investigación.⁵

En la investigación cualitativa de tipo deductivo, la validación de las hipótesis se tendrá que realizar por medio de la comprobación de su grado de correspondencia con respecto a los datos obtenidos de la observación empírica: «Es decir, se pone como condición de verificación que los datos y sus relaciones, descritos discursivamente, sean homologables a las proposiciones derivadas deductivamente del marco teórico planteado».⁶

La historia del razonamiento deductivo en las ciencias sociales está ligada a la búsqueda de un estatus científico similar al de las ciencias naturales, aunque su aplicación siempre ha sido objeto de debate debido a la complejidad y variabilidad del comportamiento humano.

El uso de la deducción se remonta a los orígenes del pensamiento científico y filosófico, pero se consolidó en las ciencias sociales a partir de corrientes que buscaban establecer leyes generales.

Raíces filosóficas (siglo XVII)

El marco para el razonamiento deductivo moderno se estableció en la filosofía antes de su aplicación directa a las ciencias sociales.

• Aristóteles: El padre de la lógica formal y su desarrollo del silogismo (ir de una premisa general a una conclusión particular) sentaron la base para toda la deducción.
• René Descartes: Abogó por un método deductivo para fundamentar el conocimiento, buscando verdades iniciales (axiomas o principios) de las cuales deducir todo el sistema de conocimiento. Esta idea influyó en la aspiración de las nacientes ciencias sociales de construir teorías a partir de verdades autoevidentes o postulados lógicos.

La economía y el racionalismo clásico

La disciplina que abrazó la deducción de manera más temprana y radical fue la economía.

Economía clásica (siglos XVIII y XIX)

Teóricos como Adam Smith y David Ricardo utilizaron un método que partía de supuestos abstractos sobre la naturaleza humana y el comportamiento racional. Por ejemplo, a partir de un supuesto clave como el homo economicus (un ser perfectamente racional que busca maximizar su utilidad) y de otros principios (como la escasez) dedujeron leyes complejas sobre el mercado, la oferta, la demanda y el valor.

John Stuart Mill, por su parte, aunque reconoció la importancia de la experiencia, defendió el método deductivo para la economía, argumentando que las leyes de la mente humana son menos complejas que las leyes de los fenómenos físicos.

El método hipotético-deductivo (siglo XX)

La deducción se integró formalmente en la investigación social como parte del método hipotético-deductivo (MHD), el estándar de las ciencias empíricas. Sus principios son:

1. Observación y teoría: Se parte de una teoría existente y de alcance general.
2. Formulación de hipótesis: Se extrae una hipótesis específica de la teoría y luego se va de lo general $a\; lo$ particular.
3. Deducción de consecuencias: Se deducen consecuencias observables o predicciones a partir de esa hipótesis («si la hipótesis es verdadera, deberíamos observar X fenómeno»).
4. Contrastación empírica: Se prueba la predicción con datos.

Este enfoque se volvió dominante en la sociología,  la psicología cuantitativa y, en cierta medida, en la ciencia política, ya que permitió a los investigadores establecer un vínculo riguroso entre los grandes marcos teóricos y la evidencia empírica que se debía recolectar.

Descartes, R. (2025). Discurso del Método y Meditaciones Metafísicas. Ciudad de México: Planeta.

Hempel, C. G. & Fetzer, J. H. (2001). The philosophy of Carl G. Hempel: Studies in science, explanation, and rationality. Oxford University Press.

Weber, M. (2006). Conceptos Sociológicos Fundamentales. Madrid: Alianza.