En gestión empresarial, economía y finanzas, una estrategia de fomento de la productividad y el crecimiento.
Descripción
La aplicación más habitual del concepto de apalancamiento se refiere al uso de deuda (fondos prestados) para financiar una inversión u operación con el objetivo de aumentar la rentabilidad potencial sobre el capital propio invertido.
Se basa en la idea de que, si la rentabilidad que genera la inversión es mayor que el coste de la deuda (los intereses a pagar), el inversor o la empresa multiplicará sus ganancias. Sin embargo, también aumenta el riesgo, ya que si la inversión genera pérdidas o una rentabilidad inferior al coste de la deuda, el apalancamiento amplificará esas pérdidas.
Tipos de apalancamiento
El tipo de apalancamiento más habitual es el financiero, pero no es el único.
Apalancamiento financiero
El principio rector del apalancamiento financiero es sencillo:
Invertir más de lo que se tiene
Se utiliza dinero prestado (deuda) junto con capital propio para realizar una inversión de mayor tamaño.
Amplificar el resultado
Al invertir un capital total mayor, el beneficio absoluto (si la operación es exitosa) también es mayor. Como la rentabilidad se calcula sobre el capital propio (menor cantidad), la rentabilidad porcentual aumenta considerablemente.
Apalancamiento positivo
La rentabilidad de la inversión es mayor que el coste de la deuda (RI>CD); la rentabilidad del capital propio aumenta.
Apalancamiento negativo
La rentabilidad de la inversión es menor que el coste de la deuda (). Las pérdidas sobre el capital propio se magnifican.
Apalancamiento operativo
Consiste en utilizar costes fijos en la estructura operativa de la empresa, en lugar de costes variables. Este uso de costes fijos actúa como una «palanca» que magnifica el impacto de los cambios en las ventas sobre el beneficio operativo.
En esta estrategia se mide la sensibilidad del Beneficio Antes de Intereses e Impuestos (BAII) o utilidad operativa ante un cambio porcentual en el volumen de ventas o producción.
El apalancamiento operativo se basa en la distinción entre costes:
- costes fijos (ej: alquiler de la fábrica, sueldos administrativos, depreciación de maquinaria)
- costes variables (ej: materia prima, mano de obra directa, comisiones por venta)
Una empresa que decide reemplazar costes variables por costes fijos (por ejemplo, automatizando la producción y sustituyendo trabajadores por maquinaria) aumenta su apalancamiento operativo.
Cuando las ventas aumentan
El coste fijo se mantiene constante, pero los costes variables por unidad son menores. Por lo tanto, el margen de contribución de cada unidad adicional vendida va directamente a aumentar el beneficio operativo, magnificando las ganancias.
Cuando las ventas disminuyen
El coste fijo se mantiene, lo que obliga a la empresa a cubrir una cantidad fija de gastos incluso con menos ingresos. Esto amplifica el impacto negativo y provoca que el beneficio operativo (o la pérdida operativa) caiga en una proporción mayor que la caída de las ventas.
Apalancamiento total o combinado
Esta estrategia busca beneficiarse del efecto conjunto del apalancamiento operativo y financiero. Tiene en cuenta el impacto de todos los costes fijos, tanto operativos como financieros, sobre las ganancias finales de la empresa, pero también puede traducirse en un riesgo global para la empresa.