Un enfoque de análisis económico que ve la economía como un sistema evolutivo y orgánico, donde la clave del desarrollo radica en la capacidad de una ciudad para innovar y diversificarse a través de la interacción, la densidad y la mezcla de funciones, en un proceso continuo de reemplazo de las importaciones.
Descripción
La economía jacobsiana se refiere al conjunto de ideas y teorías económicas desarrolladas por la pensadora y escritora estadounidense-canadiense Jane Jacobs (1916-2006), principalmente en sus obras La economía de las ciudades (1969) y Ciudades y la riqueza de las naciones (1984).
El urbanismo jacobsiano es una estrategia económica que busca diseñar ciudades que se conviertan en «incubadoras» naturales de nuevas industrias, no a través de grandes proyectos, sino facilitando la interacción espontánea y la diversificación a nivel de calle.
Fundamentos conceptuales
A diferencia de las teorías económicas tradicionales, que a menudo se centran en el estado-nación o en la producción rural como motor inicial, la economía jacobsiana sostiene que las ciudades son los motores fundamentales del crecimiento económico y la innovación.
Sustitución de importaciones y diversificación
El mecanismo central de crecimiento de una ciudad es la sustitución de importaciones por bienes y servicios producidos localmente. Cuando una ciudad empieza a producir por sí misma algo que antes importaba, libera divisas y capacidad de compra para importar algo nuevo, lo que a su vez puede ser sustituido más tarde por otra producción local. Este ciclo genera una diversificación constante de la economía local.
La ciudad como motor de la economía rural
Jacobs invierte la creencia tradicional de que la agricultura es la base económica que luego permite la creación de ciudades. Argumenta que las ciudades son el origen del trabajo que consideramos rural, ya que las innovaciones y la demanda de la ciudad son las que impulsan la diversificación y el avance en el campo.
El papel de la diversidad y la densidad
Jacobs vincula la vitalidad económica con la vitalidad urbana. Una economía urbana sana requiere una gran diversidad de negocios (pequeños y grandes, nuevos y antiguos) y una alta densidad de interacción (mezcla de usos del suelo, calles transitables, bloques cortos). Esta densidad y diversidad fomentan las interacciones inesperadas y la transferencia de conocimiento, que son esenciales para la innovación y la generación de nuevas industrias.
Diferenciación sobre expansión
El verdadero desarrollo económico proviene de la diferenciación (creación de algo nuevo a partir de lo que ya existe) y no sólo de la mera expansión (crecimiento en volumen o cantidad). La innovación es, por naturaleza, una diferenciación.
Conexión entre economía y urbanismo
Jane Jacobs estima que el entorno físico de una ciudad es crucial para facilitar los procesos económicos de innovación y diversificación. Sus observaciones sobre el diseño urbano no son sólo estéticas o sociales, sino fundamentalmente económicas.
El urbanismo jacobsiano se basa en cuatro condiciones esenciales que deben cumplirse en el diseño de una calle o barrio para que la economía local prospere:
Crítica a la planificación tradicional
Jacobs fue una crítica feroz de la planificación urbana de mediados del siglo XX (a menudo asociada con figuras como Robert Moses), que promovía:
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Zonificación rígida (separación de usos): Al separar las áreas residenciales, comerciales e industriales se mata la vitalidad de la calle y se reduce drásticamente la interacción, estrangulando la fuente de la innovación económica.
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Renovación urbana a gran escala: La demolición de barrios enteros para reemplazarlos por grandes proyectos de viviendas o autopistas destruye la diversidad de estructuras (mezcla de lo viejo y lo nuevo) y la red social y económica que sostiene a las pequeñas empresas.
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Priorización del automóvil: Al diseñar ciudades para el tráfico vehicular en lugar de para el peatón, se reduce la densidad de interacción y se socava la economía local orientada a la calle.
Ejemplos
Bibliografía recomendada
The Economy of Cities (1969)
Mientras que su libro anterior y más famoso, Muerte y vida de las grandes ciudades americanas (1961), se centró en la planificación urbana y los problemas sociales de los barrios, La economía de las ciudades presenta la estructura conceptual para su teoría de la economía jacobsiana:
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Enfoque en la ciudad como motor: En este libro, Jacobs argumenta explícitamente que las ciudades -y no las naciones o el campo- son la fuente primaria de la riqueza y la innovación. Postula que las ciudades son el origen evolutivo del crecimiento económico.
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Mecanismo de sustitución de importaciones: Introduce y desarrolla a fondo su concepto clave del crecimiento económico: el reemplazo o sustitución de importaciones por producción local. Este proceso es lo que impulsa la diversificación constante de la economía urbana.
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Orígenes urbanos del trabajo rural: Cuestiona la creencia tradicional de que la agricultura es la base económica que da origen a las ciudades y propone que, históricamente, las innovaciones que hacen eficiente el trabajo «rural» se originan en las ciudades.
Posteriormente, Jacobs amplió estas ideas en Ciudades y la riqueza de las naciones (1984), donde aplicó su teoría de la sustitución de importaciones y la dinámica de las ciudades para explicar por qué algunas naciones prosperan y otras se estancan, argumentando que las economías nacionales son meras agregaciones de sus economías urbanas.