Una rama de las ciencias sociales que estudia la relación entre la economía y el poder político. Su objetivo es analizar cómo las instituciones políticas, las leyes, las estructuras sociales y las relaciones de poder influyen en la producción, distribución y consumo de los recursos y, a la vez, cómo la actividad económica impacta en la organización y el funcionamiento de la sociedad y del Estado.

Descripción

En un sentido más clásico, el término designaba a la disciplina que hoy llamamos simplemente economía. Autores como Adam Smith, David Ricardo o Karl Marx escribieron bajo el marco de la economía política, entendida como el estudio de la riqueza de las naciones, los mecanismos de mercado, el trabajo, el capital y las dinámicas de clases.

La economía política busca responder a preguntas como:

  • ¿Quién se beneficia y quién pierde con una determinada política económica?
  • ¿Qué papel juegan el Estado y las instituciones en la organización de la economía?
  • ¿Cómo influyen los intereses y las relaciones de poder en la toma de decisiones económicas?

Aunque a día de hoy la economía se ha especializado y matematizado, el concepto de economía política sigue vigente en campos como:

  • economía política clásica: visión de los primeros economistas sobre la creación y distribución de la riqueza
  • economía política contemporánea: análisis interdisciplinar que combina economía, ciencia política, sociología e historia
  • economía política internacional: estudio de cómo interactúan los Estados, los mercados globales y las instituciones internacionales
  • economía política crítica: inspirada en Marx y otras corrientes, pone el foco en las desigualdades y el poder de clase.

Ejemplos

Una aplicación bastante ilustrativa la podemos situar en el debate sobre energía y transición ecológica.

La economía política aquí no se limita a analizar costos, eficiencia o precios de la energía (lo que haría un enfoque puramente técnico o económico), sino que observa cómo los intereses políticos, sociales y económicos se cruzan en este proceso.

Actores e intereses que intervienen en el debate:

  • Gobiernos: deben diseñar políticas de transición (subsidios, impuestos al carbono, regulación de energías fósiles).
  • Empresas energéticas: algunas invierten en renovables (y en no pocos casos se les acusa de aplicar una estrategia de greenwashing), pero otras defienden sus intereses en petróleo, gas o carbón.
  • Ciudadanía: se preocupa tanto por la sostenibilidad ambiental como por el costo de la energía en el hogar.
  • Organismos internacionales: promueven acuerdos (como el Acuerdo de París) que influyen en la política energética nacional.

Desde la economía política se plantearán cuestiones como:

  • ¿Por qué algunos países impulsan más rápido la energía solar y eólica, mientras otros retrasan la transición?
    →La respuesta no es solo económica (recursos naturales disponibles), sino también política (presión de lobbies, dependencia de combustibles fósiles, estrategia geopolítica).
  • ¿Quién paga la transición ecológica?
    →Aquí se analiza la distribución de costos y beneficios: ¿los pagan los consumidores vía tarifas más altas, el Estado mediante subsidios financiados con impuestos o las empresas contaminantes a través de impuestos verdes?
  • ¿Qué papel juegan las relaciones internacionales?
    →La dependencia de gas ruso en Europa, por ejemplo, que la transición no es sólo ambiental, sino también un asunto de seguridad energética y de poder geopolítico.

En resumen, desde la óptica de la economía política, el debate sobre la energía y la transición ecológica no puede entenderse únicamente como una cuestión técnica de cambiar combustibles por renovables:

  • Es una arena de conflicto de intereses entre empresas, Estados y ciudadanía.
  • Involucra decisiones políticas sobre a quién favorecer o perjudicar.
  • Tiene un fuerte componente de geopolítica global.