Una estrategia de que consiste en dividir un mercado en grupos más pequeños y homogéneos, basándose en características de la población. Estas características, conocidas como demográficas, son datos que describen a las personas, lo que permite a las empresas comprender mejor a sus clientes potenciales y adaptar sus productos y estrategias de marketing de manera más efectiva.

Variables de segmentación

Las variables demográficas más utilizadas para segmentar un mercado son:

Edad

Los consumidores de diferentes edades tienen distintas necesidades, intereses y comportamientos de compra. Por ejemplo, una empresa de videojuegos se dirigirá a adolescentes y adultos jóvenes, mientras que una compañía de suplementos para la salud se enfocará en personas mayores.

Género

Los productos y servicios a menudo se diseñan y comercializan de forma diferente para hombres y mujeres, como la ropa, los cosméticos y hasta los automóviles.

Nivel de ingresos

El poder adquisitivo de los consumidores influye directamente en los productos que pueden comprar. Las marcas de lujo se dirigen a segmentos de altos ingresos, mientras que las marcas económicas se enfocan en otros.

Nivel educativo

La educación puede influir en las preferencias de productos, los canales de marketing preferidos y la forma en que se comunican con el consumidor.

Ocupación

El tipo de trabajo de una persona puede indicar sus necesidades y estilo de vida. Un profesional de oficina podría necesitar un tipo de ropa o tecnología diferente a un trabajador de la construcción.

Estado civil o familiar

Soltera, casado, con hijos, divorciado, etc. Las necesidades de una pareja recién casada son muy diferentes a las de una familia con varios hijos o a las de una persona soltera que vive sola.

Religión y etnia

Estas variables pueden influir en los valores, hábitos y productos que se consumen, lo cual es importante para marcas de alimentos, festividades o productos culturales, por ejemplo.