Teoría económica que sostiene que el crecimiento económico de un cierto territorio se debe a internos (endógenos) y no a fuerzas externas (exógenas), como planteaba la teoría neoclásica.

Descripción

La teoría del crecimiento endógeno plantea que el crecimiento económico a largo plazo es el resultado de factores internos al sistema económico de un país (endógenos), en lugar de depender únicamente de fuerzas externas (exógenas) como el progreso técnico no explicado, que era el motor principal en la teoría neoclásica tradicional ().

Estos factores endógenos (el capital humano, la innovación y el conocimiento), además, son capaces de producir externalidades positivas y efectos spillover.

Los factores endógenos

Capital humano

La inversión en la educación, la capacitación y la salud de la población aumenta su productividad y capacidad innovadora.

Innovación y conocimiento

La inversión en I+D conduce a la creación de nuevas tecnologías, procesos y productos. Este conocimiento se considera un «bien no rival», lo que permite en el nivel agregado de la economía.

Externalidades positivas

Los beneficios del conocimiento y la inversión en capital humano no se limitan a la empresa o persona que invierte, sino que se «derraman» (efectos spillover) hacia el resto de la economía, impulsando la productividad general.

Principales implicaciones

Esta perspectiva tiene importantes implicaciones para la política pública.

1. El crecimiento es sostenido

A diferencia de los modelos neoclásicos que predicen una convergencia hacia un estado estacionario (detención del crecimiento per cápita sin progreso técnico exógeno), la teoría endógena sostiene que las economías pueden mantener una tasa de crecimiento per cápita positiva a largo plazo, ya que, gracias a las externalidades positivas y la acumulación de conocimiento, la productividad marginal del capital no tiene por qué ser decreciente.

2. Política económica activa

El gobierno puede influir en la tasa de crecimiento de largo plazo mediante políticas que fomenten la inversión en capital humano, I+D y la protección de la propiedad intelectual. En la teoría neoclásica, la política sólo afectaba el nivel de renta, no la tasa de crecimiento sostenido.

3. Divergencia entre países

La teoría del crecimiento endógeno explica por qué las diferencias de renta entre países pueden persistir o incluso aumentar, ya que los países con mayores niveles iniciales de capital humano o que invierten más en I+D tienden a crecer más rápido.

Influencias

Joseph Schumpeter

La teoría endógena moderna es, en esencia, una formalización matemática de las ideas cualitativas de Joseph Schumpeter sobre el desarrollo económico impulsado por la innovación. Especial impacto tuvo, en tal sentido, su idea de que el motor del crecimiento económico es un proceso interno y disruptivo, no una .

1. El progreso técnico como proceso endógeno

Al igual que la teoría del crecimiento endógeno, Schumpeter rechazaba el supuesto de la economía neoclásica tradicional de que el progreso técnico es un factor que llega de afuera como maná del cielo. Se trata, en cambio, del resultado del esfuerzo y riesgo de los emprendedores que buscan innovar para obtener beneficios extraordinarios. Así, a innovación se convierte en la clave que explica el crecimiento sostenido.

2. La destrucción creativa

El concepto más famoso de Schumpeter, la destrucción creativa, es un elemento esencial en los modelos de crecimiento endógeno más avanzados.

Modelos endógenos de tipo schumpeteriano (como los desarrollados por Philippe Aghion y Peter Howitt) formalizan este proceso. En estos modelos, el crecimiento se produce a través de una carrera por innovar: el éxito de la nueva tecnología de una empresa (la creación) reduce a cero o drásticamente los beneficios de la tecnología anterior (la destrucción), manteniendo un incentivo para la innovación constante y, por ende, un crecimiento endógeno y sostenido.

3. El rol de los beneficios y la competencia imperfecta

Schumpeter argumentaba que el incentivo para que un emprendedor innove es la posibilidad de obtener un beneficio monopolístico temporal (una renta de innovación) antes de que la competencia lo alcance. Los modelos endógenos de innovación (como el trabajo de Romer) requieren la existencia de y la protección de derechos de propiedad intelectual (patentes) para garantizar que las empresas puedan apropiarse de parte del valor de sus nuevas ideas. Sin este mecanismo, no habría incentivo para invertir en I+D y el crecimiento se detendría.

Paul Romer

Se suele considerar al ganador del Nobel de Economia 2018 como el padre de la nueva teoría del crecimiento. Sus modelos se centran en la innovación y la tecnología como principales motores endógenos.

La aportación clave de Romer fue su demostración de que el progreso tecnológico no es una variable externa, sino que surge de las decisiones intencionadas y con fines de lucro de los agentes económicos de invertir en I+D. Introdujo la idea de que el conocimiento es un bien no rival (puede ser usado por muchos a la vez) y parcialmente excluible (se protege con patentes), lo que permite rendimientos crecientes a escala en el nivel agregado de la economía.

Robert Lucas Jr.

Lucas obtuve el Nobel en 1995 por su trabajo sobre el papel del capital humano como motor de crecimiento.

En su modelo de 1988, el crecimiento se impulsa por la acumulación de capital humano (habilidades y conocimientos de la fuerza laboral). Postuló que la acumulación de capital humano genera externalidades positivas (spillover effects), puesto que cuando una persona se educa, no sólo mejora su propia productividad, sino que también aumenta la productividad de sus compañeros de trabajo y de la sociedad en general.

Bibliografía recomendada

Aghion, P. & Howitt, P. W. (1998). Endogenous growth theory. MIT Press.

Barro, R. J. & Sala-i-Martin, X. I. (1995). Economic Growth. McGraw-Hill.

Schumpeter, J. (2010). Capitalism, socialism and democracy. Routledge.